Norman Borlaug se ‘casó’ con el Valle del Yaqui y se le recuerda; el Centro Experimental donde aportó sus conocimientos hoy es el Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui, antes ITA No. 21.

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Norman Ernest Borlaug (Cresco, Iowa, Estados Unidos, 25 de marzo de 1914-Dallas, Texas, Estados Unidos, 12 de septiembre de 2009, citado como Norman Burlaug, fue un agrónomo, genetista, fitopatólogo, humanista estadounidense, considerado por muchos el padre de la agricultura moderna y de la revolución verde, ha sido llamado “el hombre que salvó mil millones de vidas”.

Sus esfuerzos en los años 1960 para introducir las semillas híbridas a la producción agrícola en México, Pakistán e India provocaron un incremento notable de la productividad agrícola, y algunos lo consideran responsable de haber salvado más de 1000 millones de vidas humanas.

Borlaug era bisnieto de noruegos emigrantes a Estados Unidos. Ole Olson Dybevig y Solveig Thomasdotter Rinde, de Leikanger, Noruega, emigraron a Dane, Wisconsin, en 1854.

Dos de sus hijos: Ole Olson Borlaug y Nels Olson Borlaug (abuelo de Norman), se establecieron en la “Immanuel Norwegian Evangelical Lutheran Congregation” en la pequeña comunidad noruega de Saude, cerca de Cresco, Iowa, en 1889.

Él era el mayor de cuatro hijos; sus tres hermanas más jóvenes eran Palma Lillian (Behrens; 1916–2004), Charlotte (Culbert; 1919-2012) y Helen (1921–1921) — de pequeños agricultores: Henry Oliver (1889–1971) y Clara Vaala (1888–1972) en la granja de sus abuelos en Saude en 1914.

Desde los siete a los nueve años, trabaja en las 43 ha en la granja familiar al oeste de Protivin, Iowa, pescando, cazando, y cultivando maíz, avena, pasto timote, cuidando el ganado, cerdos y pollos.

Cursó estudios primarios y secundarios en su pueblo. Hoy, esa escuela primaria, construida en 1865, es gerenciada por la “Norman Borlaug Heritage Foundation” como parte del “Proyecto Legado Borlaug”.

Luego ingresó en la Universidad de Minnesota, durante la Gran Depresión. Allí costeó su educación desempeñando diversos trabajos.

Obtuvo su diplomatura en ciencias forestales en 1937. Continuó sus estudios en Minnesota y en 1941 obtuvo su licenciatura y en 1942 su doctorado, ambos en fitopatología y además en genética, bajo la dirección de E. C. Stackman, uno de los creadores del programa cooperativo entre la Secretaría de Agricultura mexicana y la Fundación Rockefeller (la antigua Oficina de Asuntos Especiales).

En 1944 fue a trabajar a México como fitopatólogo asociado a dicho programa. Luego en 1945, se traslada al Estado mexicano de Sonora y específicamente al Valle del Yaqui, en donde estudió trigos, royas y prácticas agronómicas.

En los primeros años del programa, Borlaug y sus compañeros de trabajo, José Rodríguez V., Benjamín Ortega C., Leonel Robles, Roberto Osoyo Alcalá, Raúl Mercado, Alfredo Campos, Ignacio Narváez y Horacio Tedi Hernández Hernández, entre otros, enfocaron sus esfuerzos en controlar las royas que de tarde en tarde destruían los trigales mexicanos.

Las primeras variedades resistentes a las royas -Kentana, Yaqui, Mayo (planta)- se lanzaron en 1948. A la vez se experimentaron y difundieron nuevas prácticas agronómicas.

Después de que México alcanzara la autosuficiencia en trigo, en 1956, el grupo de científicos que participó con él en Sonora obtuvo un logro de enorme trascendencia: el desarrollo de variedades enanas de trigo, de alto rendimiento, amplia adaptación, resistentes a enfermedades y con alta calidad industrial, sembradas por primera vez en 1962.

Con estas variedades, México incrementó notablemente su producción. En poco tiempo, muchos países como India, Pakistán, Turquía, Túnez, España, Argentina y China, se beneficiaron de las nuevas variedades y de la tecnología desarrollada en México.

Sin embargo, para algunos críticos, el avance de estas tecnologías ha provocado graves desequilibrios ambientales.

Hoy se calcula que los hambrientos son más de 1000 millones, que aunque es una cifra jamás alcanzada en el pasado, en porcentaje respecto a la población total del planeta es la menor proporción desde que se conoce la historia escrita; incluso es inferior al número de seres humanos con sobrepeso/obesidad (1200 millones).

Se le puede considerar responsable de que haya tantos seres humanos con acceso suficiente a alimentos como nunca en la historia, y como reconocimiento de su obra le fue concedido el Premio Nobel de la Paz, así como las distinciones más altas que a un civil se le puede dar en los EE. UU.

Incluso ganó el reconocimiento más alto que la India le otorga a civiles que no son ciudadanos de esa nación y eso sin contar innumerables premios, medallas y honores más en todo el mundo.

En reconocimiento a su gran contribución en el campo de la agricultura, una importante avenida de Ciudad Obregón, en el estado Mexicano de Sonora, lleva su nombre. Su estatua comparte sala con otros prohombres en el Capitolio de los Estados Unidos.

En 1981, Borlaug fue miembro fundador del Consejo Cultural Mundial. Lo que muy pocos sabemos, es que Norman Borlaug sembró una semilla en el pensamiento y obra del Ingeniero Roberto Ávalos Pérez; el joven Beto que todos los días llevaba “el lonchi’ a su señor padre, quién era jornalero en el Campo Experimental.

Beto Ávalos salía de El Tobarito-Marte R Gómez de raite ó a pie hasta la calle 600, ahí esperaba qué otro samaritano se parara y lo llevara hasta el Block 611 reconocido por todos quienes transitaban en el valle del Yaqui.

El buen sentimiento del Doctor, agrónomo Norman Borlaug, lo invita a que sea su ayudante, naciendo entre ellos una interesante mutualidad que se tradujo en dar el estudio de secundaria y preparatoria en escuela nocturna a su pupilo.

Cuando el investigador le pregunta al preparatoriano que si qué desea ser o estudiar de carrera, Roberto Ávalos Pérez sin titubear le dice que si estuviera a su alcance fuera un ingeniero como él; fue así como personalmente Norman E Borlaug lo lleva a la Universidad Autónoma de Chapingo, dándole al Rector de dicha casa de estudios la garantía de que se quedaba un excelente estudiante y jugador de béisbol.

A Beto Ávalos solamente le pide que no deje el estudio por el rey de los deportes, promesa que cumplió con creces convirtiéndose en Ingeniero en Fitotecnia y con una Maestría en Ciencias y Mejoramiento Genético.

Datos de Wikipedia y de Rafael Zúñiga Mátuz@fans destacados

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